Mi tío

Tengo un tío mu tonto. Este tío, hace años, se compraba la guía Marca de fútbol, y la iba actualizando a lo largo del año. Yo, le imitaba. Con la play station 2,  estas guías que iba formando, las plasmaba en los equipos de fútbol. Posteriormente, durante un par de años, mi horario diario era: ir al colegio 6 horas, y jugar a la consola con mi tío otras 4-5 horitas. Luego se fue a Galicia, y desde allí, teníamos conversaciones por teléfono sobre NBA de una media hora a la semana.
Pasados los años, llegó la racha de apuestas en internet. Yo, siendo fiel a mi estilo, le imité. Y me hice una cuenta en una casa de apuestas, dos días después de alcanzar la mayoría de edad. 
La última locura que le ha dado a mi tío, es hacer una recopilación de los grupos y canciones más importantes de la historia. Ahí es nada. 
Y yo, como buen sobrino, le estoy imitando. 
Desde luego, que es algo tremendamente complicado. Es muy difícil dejar de lado la pasión, para dar paso a la objetividad. Pero es muy divertido. 
Mi tío, además de ser mi tío, ha sido una especie de referente social. Y un buen amigo.


2011

Bueno, solo queda un día para acabar el año. Es hora de hacer balances y reposar estos días. Así que voy a empezar yo.
Un año, a nivel personal, inmejorable, y a nivel académico, muy divertido y gratificante. He hecho de todo este año. Así que solo puedo despedir el 2011 con una sonrisa, y recomendaciones de lo que me ha ayudado un poco a ser feliz.

 - Ordeno y mando. Amélie Nothomb. Un libro de unas 150 páginas, que en las calurosas noches de verano, sirvió de vaso de agua.
- A sangre fría. Truman Capote. Un clásico, que como historiador, es una fuente esencial para conocer los Estados Unidos de mediados del s.XX. Con su doble moral y sus cosas. Va de más a menos, pero es genial.
- Kasabian. Grupo británico, de Leicestershire, que lleva ya años dando música, pero que he tenido la suerte de encontrar y vivir en directo. Club Foot, Underdog; son sus temazos.
- Jamaica. Grupo francés que surgió de la desaparición de los enormes Phoenix. Geniales.
- NBA 2k11. Juego de Play Station, que me vino de perlas en un momento bastante duro y extraño.
- Medianoche en París. La última de Woody Allen. Id a verla y entendereís porqué la pongo aquí.
- El rito. Pelicula mediana, pero muy muy entretenida.
-X-Men Orígenes. Pese a lo que digan, peliculón.

Sabeis lo mejor? Que un año es tan largo, que no te acuerdas ni de la mitad de lo que ha pasado. He visto cuatro mil películas más, he leido 5 - 8 libros más, he escuchado otros 10 nuevos grupos de música, pero no me acuerdo absolutamente de nada.
Así que ni borrón y cuenta nueva ni mierdas de esas, que si no se ha muerto nadie, no habrá sido para tanto.
PD: Lo mismo yo tengo el liston muy bajo, pero lo creo así.

Nos vemos en 2012. Este blog fue un acierto. Me siento alguien.

Las "bombas" de Venezuela.

Las bombas, para quién no lo sepa, son unos cánticos populares, donde reina la improvisación, y los hombres y mujeres se contestan con mucha ironía y dobles sentidos. Se da en hispanoamérica, y en México y Ecuador es algo muy conocido. Pero he querido destacar este de Venezuela, espero que os guste.

Me subí a la costa de arriba,
cogí una flor de helecho;
vení acá, vidita mía,
relicario de mi pecho.

Allá arriba en aquel alto
me tiraron un limón;
el limón cayó en el suelo,
y el golpe en el corazón.

Corazón de palo seco,
hoja de verde laurel,
el hombre que no tiene barba,
¿para qué pretende mujer?

Decís que no me queréis
porque yo no tengo barba;
andá a un corral de chivos:
ésos sí las tienen largas.

Hermoso pimpollo de oro,
hermoso botón florido,
no pierdas las esperanzas,
que yo no las he perdido.


Allá te mando un platillo
de yerbabuena florido;
entre cogollo y cogollo
va mi corazón partido.

En el monte soy picure
y en la montaña, venao;
de tu boquita y la mía
sale un clavel encarnao.

En un vaso cristalino
bajó un ave presto a beber;
como sos hombre casado,
no te puedo querer.

Por ser la primera vez
que yo bailo en este salón,
comparo mi parejita
con las estrellas y el sol.

Ya se va haciendo la noche
para yo seguir camino;
como soy mujer casada,
a nada me determino.

Clavelito colorado,
color de piña madura,
y en el centro de tu pecho
ha de ser mi sepultura.

Quererte, yo te quisiera,
estimarte, te estimara;
pero ya sabes que soy
de la libertad privada.

Por ser la primera vez
que bailo el Pato Bombiao,
la boca de mi pareja
parece un plato quebrao.


Ese verso que me echaste
lo sacaste de un pantano;
y con otro que me echés,
tenés cara de marrano.

Boquita de sereser,
boquita de seresar;
si querés que nos queramos,
vámonos pa’l platanal.

Boquita de seresar,
boquita de sereser;
si querés que nos queramos,
vámonos pa’ entre el café

(Ramón y Rivera, 1988).

La escritura o la vida.

La escritura o la vida, es una obra escrita por Jorge Semprún. Fue un escritor y político español, que se conoce por haber estado en el campo de concentración de Buchenwald y por haber sido ministro del PSOE durante tres años.

Dudo que sea recordado por su trayectoria política, pero desde luego llevó a cabo un ejercicio de memoria personal muy duro, pero que es necesario de hacer. Casi 50 años después de haber estado en ese campo de concentración nazi, Semprún se decidió a escribir sobre su historia. Poco se sabía de su trayectoria allí. El título de su libro dice mucho. Decidió entre revivir "la muerte" (así llama a su paso por el campo) o la vida. Durante muchos años quiso enterrar sus recuerdos, pero la madurez le hizo cambiar de parecer.
Es difícil tener que recordar esas historias, pero lo hizo. Y es que se esté o no en desacuerdo, es una realidad que las mayores atrocidades son recordadas por los nietos de los que las sufrieron, y no por los afectados ni por los hijos.
Así que Semprún escribió recuerdos tremendos, oscuros, tristes. Pero mezclando su vida post-campo entre las páginas.
Si alguien quiere ver lo que es un autentico ejercicio de superación, contra la maldad y un libro que debe ser mostrado a todas las generaciones, La escritura o la vida. Para que nunca más haya que elegir.

Joaquín Sabina

Hoy, sábado nubloso en Madrid, la niebla viola la ciudad en busca de una explicación a este frío cerrado invernal, donde el agua caliente a las manos es un martillazo al alma.  
El cielo gris azulado, gris negro, azul oscuro, anuncia que hay que quedarse en casa. Que hoy no merece la pena nada fuera de ella. Ese recochineo desde el sofá, esa paz contra el mundo, ese bienestar. Hoy se merece un buen abrazo al abrigo de la música. Porque ni el cambio climático, ni Kyoto, ni Botticelli nos puede robar estas tardes tan poco mediterráneas, tan madrileñas. Ese invierno calado en los huesos. Este frío atroz, que rasga las vestiduras hasta que el sueño llega. Hasta que el caldo entra en las venas. Bendito invierno. Que sería de la poesía sin este mercado de agua contaminada. Qué sería de estas calles sin ese olor a libertad, a campo, a pasado... Que haríamos sin ver en escasas ocasiones que hay que pararse a pensar. Que sería del miedo sin la niebla, que sería del llanto sin las nubes. Que sería del amor sin la lluvia. Que sería de la felicidad con alas. Cómo sería vivir a un palmo del suelo, como sería vivir sin verlo. Maldito suelo, déjame volar. Bendita navidad, que te hace recapacitar. Bendita suerte que te hace prosperar. Bendito mundo, que desde que la conozco, amo la niebla, amo la lluvia, amo verla. 

Hoy es un día muy madrileño, muy nuestro. Es un día para Sabina. Disfrutad. 



John Lennon

"Cualquier verdad es universal. Lo que me sorprendió fue la cantidad de cosas que he dado por hechas. Las mujeres son en realidad la otra mitad del cielo, como susurro al principio del tema. O hay un “nosotros” o no hay nada."
Esta frase la dijo Lennon en la última entrevista que realizó, justo tres días antes de morir. 
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Este hombre, que fue el icono de una generación, desde sus comienzos en los Beatles hasta el día en que fue asesinado, sigue siendo un punto de referencia. Y es que, aunque ahora no tenemos declaraciones, o canciones nuevas suyas, tenemos el recuerdo.

Probablemente, si no hubiera muerto, no sería un icono tan importante en el mundo de la música y de la revolución. Pero si sería alguien demasiado importante. Lennon se expresaba tocando la guitarra, porque fue la manera de tener mayor difusión. Pero por sus venas corría el arte. Era un genio de los de verdad.


"Si voy a ser un artista, en cualquier disciplina, quiero tener la máxima exposición".

 Pues bien, hoy hace 31 años de su asesinato, a las puertas de su casa, volviendo de una sesión de fotos para culminar así su entrevista.
Era un compositor increíble. Solo hay que remitirse a su repertorio para demostrarlo. Porque decir Imagine, está muy visto, pero ahí están Instant Karma, Strawberry fields forever, o I am the Walrus. Son temas insignia del s.XX, sin sonar en absoluto exagerados. 
Este chico, que en su adolescencia vestía e imitaba a Elvis Presley, sufrió en los noventa el efecto contrario, y se convirtió en el ídolo de la gente que creció escuchando la música que sus padres ponían en los tocadiscos.
Por qué razón estamos aquí/ seguramente no para vivir con dolor o miedo”.
Así que Lennon, descansa en paz, y que sepas, que hay uno de tus deseos que no se ha cumplido.
"La gente sólo quiere héroes muertos, como Sid Vicious o James Dean. No me interesa ser un puto héroe".Pues lo eres, y ya te digo que eres.

In the Fall

He visto un corto que pega bastante con todo esto anterior de los Sex Pistols, el 15-M y demás.
El hecho de que la comodidad a llevado a donde estamos ahora, económica y socialmente.
Dura dos minutos, así que tenéis que verlo.

PD: Que nadie se acomode nunca, por favor.

In Time

Cartel de 'In Time'
Ayer tuve la opción de ir a ver tres películas: Fuga de Cerebros 2, el remake de La Guerra de los Botones, y por último, In Time. Los descartes obvios y la irracionalidad me llevó a ver la nueva película de Justin Timberlake, In Time. A mi, si queréis, llamadme clasista, pero Justin Timberlake es cantante, no actor, así que zapatero a tus zapatos. Por tanto, me dispuse con mis amigos a ver la película, con un gran fallo: no comprar palomitas para una buena película de "ci-fi".

Esta película trata de como el tiempo se ha convertido en moneda de cambio. La gente a partir de los 25 años no envejece, pero tiene un año (es decir 365 días) para ir consumiendo. Gastas tiempo para comer, para coger el autobús, para utilizar una cabina telefónica... Y vas ganando horas, o minutos por tu trabajo diario. Por tanto, se crea una diferencia de clases, donde los ricos pueden vivir milenios, y los pobres prácticamente, viven un año más de lo que se les asigna al nacer.

Aquí entra en escena Will Salas (Justin Timberlake), que con su dureza y guapura se encuentra con que un rico se quiere suicidar, regalándole este un siglo de vida. Comienza así su lucha contra la caída del sistema en busca de la igualdad entre personas. Se cruzará en su camino con Amanda Seyfried (muy guapa ella también), Olivia Wilde (muy guapa), Alex Pettyfer (muy guapo) y un sinfín de gente guapa más.

Comienza así una película donde se mezclan los principios de la selección natural de Darwin, totalmente sacados de contexto, la lucha de clases del comunismo, el capitalismo como ente de maldad pura, una policía corrupta pero que sufre más que nadie, gansters... Es decir, una película que pinta bien, pero que luego decepciona. Y una película rara.















Con un final muy hollywoodiense, mil persecuciones, tiros, escenas subidas de tono, errores de narración y de fondo, y Justin Timberlake, que en lugar de Will Salas, podría ser Supermán, sales del cine con la sensación de que tu dinero no ha sido bien invertido. Si es cierto, que si esta película dentro de 2 años la ponen en TVE, a la hora de cenar, la digieres con muchísimo gusto y serenidad.

Conclusión: Se deja ver, si no eres muy crítico, te podrá gustar, pero es rara, con una idea poco clara y actores guapos de segunda.
Le doy un 4 sobre 10.

Sex Pistols

Hoy ha sido un día en el que cumples uno de esos pequeños objetivos personales. Me he comprado un disco, que por unas cosas y por otras, nunca había tenido. Es el "Never Mind The Bollocks" de los Sex Pistols. Matadme, pero no lo tenía. Y si os soy sincero, ni siquiera había escuchado entera "God Save the Queen". Es el tipico grupo del que dices "tengo que empezar a escucharlo", pero nunca te pones.
Los Sex Pistols, formados por Johnny Rotten, Steve Jones, Sid Vicius y Paul Cook, dieron en el alma de Reino Unido. Fueron de esos que siendo un tanto incomprendidos en su época han sido a la larga un grandísimo icono musical, pero sobre todo social. Y es que no hay que romperse el cerebro para saber que pensaban estos chicos de Londres. Sus canciones "God Save the Queen" y Anarchy in the U.K" hacen pensar por donde van los tiros. Fueron el azote de esa conformidad que reinaba (nunca mejor dicho) en Reino Unido. Eso a lo que todos nos acomodamos, ellos supieron ver su aburrimiento y su falta de espíritu.


Y ahora estoy escuchado el disco, y es, sin lugar a dudas, el disco más enérgico que he escuchado nunca. Voz que tirita entre arrugas, batería incansable, guitarra presente en todo momento. Bajo que suena en el pecho. Increíble. Menuda joya de disco. Ahora entiendo esa sacralización de estos macarras. Nadie es un referente y creador de un estilo con algo mediocre. Que maravilla, aunque seguro que ellos prefieren que lo defina como locura.


Pues eso, que abajo el sistema y todo eso.

Sabina - Tan joven y tan viejo

Hoy no sé que poner, así que voy a "enseñaros" esta canción.
Disfrutadla. Es de Sabina, motivo doble para escucharla. Buen finde a todos.

Lo primero que quise fue marcharme bien lejos;
en el álbum de cromos de la resignación
pegábamos los niños que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.

Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida
le pedí que a su antojo dispusiera de mí,
ella me dió las llaves de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.

Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.

Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).

Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.

Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone.