Egipto. Elecciones.

En tiempos de crisis, en tiempos oscuros, en tiempos negros, siempre hay momentos para el optimismo. Décadas y décadas han sido necesarias para que en Egipto pudieran producirse unas elecciones para elegir  a un presidente electo. Hosni Mubarak, dictador egipcio, cayó del poder tras revueltas populares hace cosa de un año. No hay buenos candidatos, no hay buenas salidas, hay inseguridad... pero en Egipto hay síntomas de libertad. Esa rebeldía egipcia contagió al resto de África, y como todos sabemos, produjo entre otras cosas la caída del dictador libio Gadafi. 

El discurso de Mubarak anunciando su marcha

Según la prensa y las previsiones, en Egipto el sucesor de Mubarak será un allegado a sus gobiernos, Ahmed Shafiq. Una línea que denominan continuista. La diferencia es que antes era una dictadura y lo de ahora es una democracia. Tal vez hemos olvidado la presencia de Adolfo Suárez y Manuel Fraga en las elecciones generales tras la muerte del dictador Franco en España. Se nos olvida lo duras y difusas que son las transiciones, el miedo que produce el cambio (de verdad).
Es bonito ver como un pueblo como el egipcio ansiaba tanto ese momento, que llevó a que las urnas tuvieran que cerrar más tarde de lo previsto, debido a la enorme afluencia que produjeron las elecciones. No ha sido fácil la convivencia de ese consejo militar, que duró casi un año al frente del país. Causó agitación y agresividad. Tensó (tal vez) demasiado algo que ya estaba muy estirado. Pero el momento del progreso ha llegado. Desde el momento en que Mubarak decidió dimitir de su cargo, se abrió una brecha en Egipto que solo tiene una vía: la del progreso. 


 Egipto es un país clave en África. Su progreso debe afectar al Islam (sunní en este caso), a los árabes, a los coptos, a los ortodoxos, a los países vecinos. Su progreso tiene que ayudar al progreso del resto de África en la medida de lo posible. Así que no seamos demagogos, eurocentristas, pro-Merkel, pro-Hollande. Durante esta semana seamos egipcios. 

Coldplay - Vicente Calderón - 20 de Mayo



20 de mayo. Madrid. Hace 8 meses, en la Plaza de las Ventas, la lluvia estuvo amenazando durante la hora y media en la que Coldplay dio un enorme espectáculo. Qué tendrán estos ingleses, que llevan la lluvia a donde van. La noche en el que el Vicente Calderón se llenó a reventar, había estado precedida por una tarde en la que los teloneros tuvieron que mojarse para intentar calentar al público, algo que era completamente imposible, pues la lluvia destrozaba el ambiente y el granizo caía entre la multitud. No llegaba la masa aún siquiera a 15.000 personas, pero había nervios. De repente, los dioses de la música decidieron intervenir. Un hechizo hizo volar los nubarrones negros y salió el sol, y con él la gente de nuevo. En apenas media hora, el estadio estaba lleno. Eran las 9:30 y la gente se inquietaba, aunque no sería hasta 30 minutos más tarde cuando Chris Martin y los suyos (es así, el espectáculo lo pone él) entraron en escena. 55.000 muñecas se iluminaron gracias a unas pulseras repartidas en las diferentes entradas. Fuegos artificiales, rayos de luz, gritos y la banda sonora de Regreso al Futuro, para dar paso al primer tema del concierto Just like Heaven. No faltaron ninguno de los temas que les han alzado a la fama. Antes o después sonaron sus himnos: Yellow con una breve introducción acústica, la fortísima guitarra de In my place, The Scientist, el primer plagio (con perdón) Viva la vida, Fix you, Clocks, el último plagio (con perdón) Every drop is a waterfall, además de una nueva joya creada, Paradise.

Pero el concierto tomó matiz de ladrillo. Debo ser de los pocos que estaban allí que en algún momento se aburrió. Me gusta que los artistas interactúen con el público, y encima tengan grandísimas canciones bajo el brazo. Pero hay un límite. Lo del domingo no fue un concierto, fue un show. La música pasó a un segundo plano. Importaba que la pulsera se encendiera, que Chris Martin bailara por el escenario, que los fuegos artificiales fueran enormes... Pero Coldplay no fue capaz de transmitir ni una décima parte de lo que transmitió en las Ventas hace ya 8 largos meses. Y tal vez la clave fue que mataron el espíritu del rock de estadio. U2, Oasis, The Rolling Stone, Muse, The Black Keys, Bruce Springsteen... esas bandas si tienen alma de estadios. Tienen en torno a 20 canciones (si no más) que hacen que te puedas volver loco en el césped de un campo de fútbol. Coldplay (empezando porque no pasaban por su mejor noche) tocó canciones como Up in flames, Speed of Sound, y ralentizaron muchísimo el concierto. Y eso no lo puedes hacer si tienes 55.000 persona delante. Porque no estás hablando de la Joy Eslava (900 personas), de la Riviera (2.500) del Palacio de Vistalegre (8.000), de las Ventas (14.000) ni del Palacio de los Deportes (casi 20.000). Estamos hablando del Vicente Calderón a las 22:00. Es un escenario inmenso, donde juegos de colores, de luces de sombras y pantallas inmensas no son suficientes. Coldplay no supo ver donde se encontraba. Tampoco era posible, pues el show estaba sí montado, y no se podía cambiar. Pero sin duda el punto de depresión del concierto fue cuando tras la sosa  Up in flames se marcaron una Princess of China mientras en las pantallas aparecía Rihanna cantando su parte de la canción. Ese playback fue la gota que colmó el vaso. El público siguió chillando y "cantando" (muchos de ellos no conocían más que Viva la Vida) ya que el momento lo precisaba, pero tal vez después de esta gira Coldplay deba recapacitar. El hecho de hacer un último disco, Mylo Xyloto, más comercial y con esos ritmos pop-estadio, no quiere decir que tengan la calidad para ello. El rock transmite cosas que otros no puede, por eso hay canciones que pasan a la historia, y hay canciones que mueren olvidadas. Hacer un concierto con casi 60.000 almas delante, implica muchos factores, que este grupo de momento no tiene. Coldplay alberga en su repertorio 2 de las 20 mejor canciones de lo que llevamos de siglo. Parachutes es un discazo, Viva la vida or death and All his friends es un pedazo de disco con canciones tremendamente buenas. Pero el estadio es para el rock. El pop (siendo fabuloso) tiene limitaciones. Y si no, que se lo digan a Black Eyed Peas, que tocaron hace un tiempo en este mismo estadio, y la gente no sabía por qué había comprado la entrada. 



Club Baloncesto Estudiantes

PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL BALONCESTO MUNDIAL
* Un equipo de patio de colegio:  
- 3 Copas del rey
- 7 Finales de Copa
- 4 Finales de liga
- 1 Final Four Euroliga
- 2 Finales Copa Korak
- 2 Semifinales Copa ULEB
- 2 Semifinales de Recopa
- 3 Canteranos Campeones del Mundo
- 1 Entrenador Campeón del Mundo
- 2 Canteranos NBA
- 2 Canteranos Campeones de Europa
- 2 Canteranos Finalistas Olímpicos



  








    

Más manifestaciones contra la reforma laboral



He tenido la suerte de poder publicar un artículo (esperemos que no sea el 
último) en la página de Internet www.patatabrava.com. Es sobre la reforma laboral, aquí os dejo lo que publicaron, que ante todo, soy fiel a Live Forever. Y bien queda un rato. Un saludo.