¿No es hora de un Oscar para Brad Pitt? Teniendo en cuenta que se lo ha llevado un actor por una película en cine mudo, Natalie Portman, o Halle Berry, sería una cuestión a tratar seriamente. Después de bordarlo en Malditos Bastardos con Tarantino, hacer películas taquilleras como Troya u Ocean`s Eleven, y ser un actorazo en El Club de la lucha se podría considerar. Porque además, a todo esto, se suma otra bordada actuación en ésta película: Moneyball. Está claro que no es la típica película que cale hondo en Europa: Es sobre un manager de un equipo de Baseball, Billy Beane, de los Oakland Athletics. Un caso real, de como un equipo de baseball consigue el récord de la historia de la liga con jugadores de segunda categoría. No ganarán el último partido, pero revolucionarán el mundillo de este deporte. Una película donde se dediquen apenas 4 minutos completos a partidos de baseball. Donde salen a relucir otros ámbitos, como la agresividad en negociaciones, humor estreñido y valores que hacen que el deporte quede en el fondo menospreciado. Es un filme donde se hace un homenaje al deporte, desprestigiando el sentido de éste. El deporte son datos, estadísticas, y cualquiera que las domine puede triunfar. O no.
Moneyball: Rompiendo las reglas
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