Bueno, he de decir que no tengo la suerte de ir a demasiados musicales, pero que he tenido la suerte de poder ir a ver este musical sobre la obra de Sabina.
Como es imaginable, no sé que tengo que observar en un musical para catalogarlo de bueno o malo, pero voy a dar mi opinión, que al fin y al cabo, para eso me pagan (JA).
La historia, de un ex-boxeador trastornado, una puta (Magdalena), un ex-presidiario y un chapero marca de inicio de buen grado el espíritu sabinero.
¿Conocéis la canción "Pacto entre caballeros? Pues los protagonistas de este tema (de Sabina, obviamente) son los protas del musical. Magdalena es también la musa de Joaquín en "Una canción para Magdalena". Con ese guiño principal a su obra, comienzan unos cantantes en su mayoría buenos y unos actores regulares.
La historia, que toca la amistad, el amor, la traición, la confianza y el humor (barato) queda un poco floja en ocasiones con ciertos diálogos débiles. Sin embargo, entra en juego Sabina. Pero no el maestro, sino sus canciones. Aves de paso, pastillas para no soñar, el pirata cojo, conductores suicidas, y sin embargo, contigo, calle melancolía, princesa, a la orilla de la chimenea, quien me ha robado el mes de abril. Sí, sí, todas las buenas.
Lo mejor de todo, sin lugar a dudas, son esas canciones, seleccionadas meticulosamente para la historia. No están incrustadas, fluyen con los protagonistas, con el guión y con la trama. En ese sentido, la obra es brillante. Por supuesto, la puesta en escena, la ambientación, y el papel de ciertos actores, como Felipe García Vélez, es sobresaliente.
La presencia de un espíritu en forma de conciencia, interpretado por Victor Massán dota al musical de un punto el cual el espectador se siente parte de la obra.
Las voces de Juan Pablo di Pace y Guadalupe Lancho (sexy y preciosa) son el punto fuerte del apartado vocal. La música en directo es clara y limpia.
En resumen: Buena presentación, buenos cantantes, buena historia, y canciones de Sabina. Si eres fan del torero de Úbeda, te encantará. Sales con una enorme emoción en el cuerpo.
Si no eres fan de Sabina, te gustará también. Si eres gilipollas, saldrás echando pestes.